La compra del almuerzo en el colegio puede ser la primera oportunidad que los niños tengan de decidir qué comerán. Afortunadamente, los almuerzos escolares han mejorado a lo largo de los años, tanto en cuanto a sabor como a nutrición, y en muchos lugares se sirven platos más saludables, como sándwiches de pollo a la parrilla y ensaladas.
Pero en algunas escuelas todavía se exceden las recomendaciones sobre grasas. En la típica cafetería escolar, los niños pueden elegir una mezcla de alimentos no saludables; en especial el menú menos nutritivo disponible a la carta o en la máquina expendedora. Por ejemplo, un niño puede decidir comprar perros calientes todos los días.
Una oportunidad en el almuerzo
Aproveche los almuerzos escolares como una oportunidad de guiar a sus hijos hacia las buenas elecciones. En especial a los más pequeños, explíqueles de qué manera un almuerzo nutritivo les proporcionará la energía para terminar el resto de la jornada escolar y disfrutar de las actividades extraescolares.
Éstos son algunos consejos:
- Miren el menú de la cafetería juntos. Pregunte qué incluye un almuerzo típico y qué comidas les agradan particularmente a sus hijos. Recomiende los platos más saludables, pero esté dispuesto a permitirles comprar sus almuerzos favoritos en algunas ocasiones, aunque se trate de un perro caliente.
- Haga preguntas sobre las papas fritas, los refrescos y los helados. Averigüe si estos alimentos están disponibles en la escuela y en qué momento.
- Aliente a los niños a llevar un almuerzo de casa, por lo menos en algunas ocasiones. Así podrá volver a tomar control de la situación y asegurarse de que los niños tengan una comida nutritiva al mediodía.
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